Será papá soltero por vientre subrogado: La historia de Javier
Javier Germi es de Capital, vive hace años en Rosario y esta semana estuvo en Gálvez, tras dialogar con GálvezHOY vía telefónica y llegarse hasta aquí para contar su historia, que conocimos a través de medios provinciales: la de querer ser papá, y no claudicar en el intento.
«Mi caso llamó la atención a nivel judicial por ser el primer papá solo que busca serlo por subrogación de vientre… Yo hace cuatro años que estoy inscripto en el Ruaga, de hecho hace muy poquito me inscribí otra vez con el ánimo de ser papá soltero, y si bien soy consciente de que no hay tanta cantidad de niños en situación de adoptabilidad, entiendo que soy solo y que al momento de decidir, el juez elija otras carpetas de familias hetero u homosexuales. Conozco casos de adopción, y en familias monoparentales, salvo que elijas niños muy grandes, se hace muy difícil», reseñó.
Y ante el deseo de ser padre, Javier comenzó a investigar acerca de la subrogación de vientre en Argentina. «Conocía el tema de Marley, por ejemplo, pero parecía imposible, y oneroso. Me contactan con un chico de Capital Federal que ya había sido papá de Sofía, una nena a la que fui a conocer, y al verla entendí que este sueño podía ser real, que dependía de mí, de conocer a una persona que lleve a mi bebé. Eso por un lado: encontrar una chica que goce de buena salud, que ya haya sido madre y que tenga buenos hábitos», detalló, por lo que, siguiendo su objetivo, publicó en Facebook, en los distintos grupos a los que tenía alcance, que buscaba gestante. «Ahí terminé conociendo a Carolina», precisó.
«Y por otro lado, estaba el tema de ser solo, por lo que necesitaba donante de óvulo. Fui a la clínica de fertilidad, logré el tratamiento, y también está la parte judicial, donde se pide autorización, logrando el consentimiento del juez para que se haga el proceso por sustitución de vientre», añadió. Del trabajo con Nadia Parolín, su abogada, «la autorización llegó en tres meses, con feria judicial en el medio, y fue un plazo muy corto si lo comparo con el tiempo que estoy esperando adoptar, sin que me llamen siquiera por equivocación. De todos modos lo sigo intentando, porque sé que es un camino más, y que para muchos, es el único».
Hoy, Javier está en la instancia es estar «esperando que se den las condiciones físicas para transferir el embrión a la gestante, a Caro». «Esto, en lo personal, es increíble… Uno tiene una meta y me propuse luchar por eso, y tras pasar por todo este proceso, me dije no ser egoísta y ayudar a otros y que sepan que se puede: que pueden ayudar siendo gestantes, que averiguen, que se puede donar óvulos o esperma, que también son parte fundamental… Es accesible en relación a los casos que uno conoce, no es gratis, pero se puede hacer, y cuando uno quiere ser padre y está luchando, lo busca y lo encuentra«.
«Yo le digo a los que quieren ser papás, que luchen por su sueño -finalizó-… Mucha gente cree que no se puede, y esto es una forma de lograrlo, y si yo lo estoy logrando, por qué no los demás»